
Tame

El nombre TAME® significa Técnicas Aprimoradas de Movimentación Energética y uno de sus puntos de apoyo es la 'impermanencia de todo', un concepto que se encuentra en las filosofías antiguas y también en las teorías de la ciencia contemporánea.
La naturaleza de todo muestra esta inestabilidad constante, y en ese punto surge una pregunta: "¿Cómo montar un método estático para trabajar con algo que es dinámico?", en este caso, energía. La única parte del ser que cree en un equilibrio estático es la mente superficial, condicionada por la promesa de un futuro lleno de garantías.
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Creemos que la verdadera transformación ocurre cuando cambiamos el enfoque y no solo reemplazamos elementos. Ya tenemos mucha teoría sobre la dinámica de la energía y TAME® viene, además, para ofrecer un acercamiento verdaderamente práctico a la mentalidad contemporánea sobre el tema.
Ante esta situación, la práctica de TAME® trajo el entendimiento de que el individuo necesita comprender esta dinámica, tener confianza y entrenamiento para adaptarse a esta realidad viva que late en tiempo real. A partir de esta conciencia, el trabajo de TAME® comenzó a priorizar el desarrollo de esta herramienta, entrenando los sentidos del terapeuta y del cliente para seguir este proceso como un observador, que reconoce e interactúa con todas las manifestaciones, muchas de ellas percibidas como sufrimiento, dolor, desesperación ...
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Otro pilar del trabajo se basa en el concepto, también milenario y explorado por la ciencia contemporánea, de que la materia y la energía se diferencian solo por la velocidad de las partículas. Sin embargo, debido a las experiencias individuales, puede producirse una densificación, ralentizando los flujos y creando formas donde deberían existir espacios vacíos.
La conciencia más ligada a la materialidad percibe y siente estas densificaciones como un malestar que, en el día a día, llamamos dolor, angustia, miedo, irritabilidad, sinsentido en la vida ... y que intentamos compensar con adicciones al comportamiento, la comida, productos químicos, medicamentos.
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El terapeuta TAME® está capacitado para reconocer las formas que toma la energía debido a pensamientos, comportamientos, experiencias adquiridas y verdades concebidas a lo largo de la vida. Estas formas solo son reconocidas por quienes se dedican al ejercicio de esta observación. Estas formas, para la mayoría de las personas, solo se perciben cuando alcanzan una densidad que provoca malestar, conocido en el cuerpo físico como dolor y en otros cuerpos como crisis de pánico, angustia, ansiedad, depresión, confusión mental, sinsentido en la vida ...
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Una vez identificado el punto de acumulación, el terapeuta utiliza la habilidad desarrollada para movilizar la energía en estas áreas y restablecer los flujos que se han ralentizado o han dejado de existir. Cuando se trabajan estas ralentizaciones, que provocan peso y sufrimiento, dan espacio a la energía para restablecer su camino natural.
Cuando se restablecen estos flujos, el cliente puede percibir de las más variadas formas en función de la naturaleza del contenido trabajado o incluso del nivel de percepción del cliente. Esta percepción parte del alivio o desaparición de los más variados síntomas, percepción consciente de los flujos a través del cuerpo, pero lo más importante es el aumento de la percepción corporal, hasta el punto de identificar un futuro desequilibrio y corregirlo antes de que afecte su sistema. . En muchos casos es posible acceder y comprender qué causó este bloqueo.
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** Este contenido fue copiado de la web del creador de la técnica, Marcos Rogério Marchi con su autorización y se puede leer en totalidad en el enlace: http://www.nucleodetame.com.br/
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El servicio con TAME® se realiza en sesiones de psicoterapia y también en sesiones individuales.